El ser humano indeterminado

dibujo de Z Atlas

El individuo definido por la cultura liberal obedece a una indeterminación del ser, el ser individual a diferencia del resto de cosas que existen en la realidad es presentado como una potencialidad infinita, la cual solo puede explicarse cuando ese ser es nada (solo la nada puede ser cualquier cosa).

Tomemos por ejemplo la hoja de un árbol, el reconocer que la hoja del árbol es una hoja y no cualquier cosa, implica que sus potencialidades están predeterminadas por su condición de hoja, la hoja puede secarse y degradarse hasta ser tierra, o puede quemarse y convertirse en ceniza, lo que no puede hacer la hoja, es, por ejemplo, convertirse en un caramelo ¿Por qué no puede ser caramelo la hoja?, porque sus potencialidades se encuentran sujetas a su condición de hoja.

El individuo del discurso liberal, por otro lado, pareciera ser una especie de divinidad omnipotente, dado que su potencialidad parece ser indeterminada, es aquí, que las filosofías liberales entran en contradicción con la realidad generando gran frustración en los pueblos.

Un hombre al que se le dice que no es hombre sino individuo y que por lo tanto puede ser lo que quiera, puede intentar ser mujer y frustrarse en el descubrimiento de que la realidad no lo permite ( de ahí la alta tasa de suicidios de la población transexual), las potencialidades del hombre están predeterminadas por su condición de hombre al igual que la hoja esta predeterminada por su condición de hoja, así mismo, llevado al plano económico, si bien para el pobre existe la potencialidad de volverse rico, esta es siempre poco probable dada su condición de pobre, más aún si sufrió una desnutrición infantil que cercenó parte de su capacidad intelectual y es precisamente ahí, donde el mismo discurso liberal se traiciona a sí mismo.

Este núcleo central de indeterminación humana es compartida también por los socialistas, que cosechan la frustración antes mencionada, en un mundo donde se les dice a todos los sujetos que pueden alcanzar la grandeza material solo si se lo proponen, las limitaciones impuestas por las condiciones materiales de cada sujeto en una sociedad dada saltan rápidamente a la luz, y es ahí donde las corrientes socialistas/comunistas/igualitaristas ( igualmente libertarias e individualistas que el liberalismo) pretenden emancipar al ser humano de la materia a través de la abolición de las condiciones de clases.

Por otro lado, el nacionalismo negando la complejidad de la identidad de cada ser humano cae en un mono-determinismo, ya sea en función del idioma, la raza, el entorno climático, la religión, etc. Negándole al ser humano cualquier potencialidad que no este inserta en la mono-determinación teórica del nacionalismo en el que vive, mutilando así gran parte de su ser.

Es así como la modernidad en todos sus discursos, incluido el de la posmodernidad le niegan al ser humano la riqueza de una identidad personal y variada, que no depende de sus caprichos y deseos, si no que determina sus reales potencialidades. La modernidad toda deviene de negar al ser humano la verdad de que “el obrar sigue al ser” (Tomas de Aquino) para desde ese error llevarlo a una constante frustración y a la perdición de sí mismo.